El Mundo, Viernes 9 de Marzo de 2007
ESPÍRITU DE JUANA
MARÍA JOSÉ FERRER DE SAN-SEGUNDO
El artículo 104.4 del Reg
lamento Penitenciario permite conceder el tercer grado, por humanidad y <>, a < >, así como, además, <>.Y el articulo 100.2 admite flexibilidad <>, solo si obedece a un <
> sin alternativa. No es el caso del terrorista De Juana, que ha conseguido con la aplicación de estas normas, forzada y en fraude de ley, un resultado distinto al previsto por el ordenamiento.
No ha habido otra liberación anticipada en las circunstancias del policriminal, que lo ha sido por concesión <> -es un decir- del gobierno, no por imperativo legal. La situación la ha fabricado el recluso intencionadamente. Y ni siquiera se argumenta una dolencia incurable, que significa terminal e irreversible. Quizá por eso no nos han mostrado sus informes clínicos. Aunque bastará ver en breve su foto, puño en alto más nutrido, para constatarlo. Claro que para entonces, el preso consentido, acompañado de su chica en permanente pase per nocta, que saltó de la ambulancia a pesar de su <>, estará, como está ya, fuera de prisión, jaleado por gudaris y con la sala de visitas abarrotada de otegis. Comprobaremos que su <> muerte era en realidad reversible; la situación creada con esta salida combativa seguramente no.
El beneficio se otorga, además, tras presión pública del pistolero. Se dice que como <> para <>, lo que supone reconocer la coacción, olvidando que el desafío de los criminales, infinito, se crece con el pulso ganado. Lo ha dicho el portavoz de Askatasuna Juan Mari Olano: el gobierno <> y no es preciso <>.
Esta excarcelación a la carta supone un peligroso precedente que ya invocan otros. Y aunque la regla elemental en política penitenciaria es la reinserción social, en este caso no hay arrepentimiento, ni por el pasado ni para el futuro. Esperemos que no se materialicen las amenazas por las que el preso no ha cumplido completa condena. Y que la decisión del gobierno no lo convierta en líder del movimiento del terror, prueba viviente de que, como diría Shakespeare, <>.
Es posible que haya sentido Ud. preocupación, tristeza o indignación al enterarse de la suelta de la bestia. Y que reciba, además, con estupor, que por ello se le incluya en la radicalidad, a pesar de no haber desfilado, nunca, con bandera inconstitucional de ningún signo en mano. Quizá la mente que se haya sustituido el espíritu de Ermua, firme y unido frente al terrorismo, por el espíritu De Juana del mal menor, el todo vale y la complacencia. Por si le sirve de algo; no está Ud. solo. Ya somos dos.
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