El Mundo, Viernes 30 de Marzo de 2007

CUENTOS DEL REVÉS

MARÍA JOSÉ FERRER DE SAN-SEGUNDO

Érase una vez un Rey de Navarra, Sancho III el Mayor, que agregó a su gran territorio (que comprendía también Aragón, Castilla y parte de León), algunos señoríos como Guipúzcoa, Vizcaya o la Rioja alavesa. Siglos después, descendientes de los varios hijos entre los que desmembró sus inmensos dominios, aseguraban que Navarra, de casi 10.500 km2 de extensión y que no perdió su condición de Reino hasta la guerra carlista, era, no al revés, la apéndice de aquellos pagos <> que no pasan todos juntos de 7.000. Y cuando al Presidente español se le preguntaba: 1. ¿Su partido apoya convocar referéndum?; 2. ¿Votarían sí o no a la anexión?, sólo decía que aspiraba a mayoría absoluta, eludiendo desvelar lo que iba a hacer de no tenerla. Misma estrategia, por cierto, que en la CV, a propósito del Compromís tripartito…

Había otra vez un país donde los tumultos públicos del entorno ETA se justificaban como libertad de expresión de hombres de paz, mientras que al Foro de Ermua, símbolo durante años de la conmoción/resistencia colectiva frente al terrorismo, se le batía con agresiones, atribuyéndole, además, la <

>. El agresor, peneuvista, protegido hasta por la policía; el agredido, sin recibir solidaridad ni de sus compañeros socialistas, soportando el doble calvario del odio violento de los ajenos y la incomprensión de los hasta anteayer propios. Mientras, los asesinos rearmándose y enredándonos con listas marcadas, reservando para el final la que se dejará pasar impune, como en otras ocasiones….

Cuentan de un hombre que fue sentenciado por enaltecimiento del terrorismo. Al volver a celebrase el juicio, anulado por defecto formal, la fiscalía retiró los cargos evitando que el tribunal decidiera, a pesar de que, según los jueces, había <> para la condena. Pero el hombre salió libre, y este fin de semana ha convocado acto electoral de su formación, ilegalizada por penitencia a banda armada…

Se dice también que aconteció, cómo próceres de un territorio al noreste de España, celosos de las portadas generadas por los anteriores relatos, llevaron al Parlament propuestas ilegales de autodeterminación con presión explícita al Tribunal Constitucional, evidenciando en qué manos era el gobierno y, por tanto, la estabilidad del Estado. Todo el mundo sabía, además, que si <> prosperaba, Cataluña volvería su mirada, nunca perdida, hacia el sur. No iban a ser menos…

Entretanto, aquí estamos nosotros, soportando fábulas e historias. Y colorín colorado, lo peor de este cuento, es que aún no ha terminado.

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