El Mundo, Viernes 11 de Mayo de 2007
EMPEZÓ
MARÍA JOSÉ FERRER DE SAN-SEGUNDO
La campaña electoral ha comenzado oficialmente. Atrás quedan meses de escaramuzas y sondeos. Serán dos semanas de propuestas -esperemos-, sorpresas -suponemos- y las inevitables controversias. Al final, los resultados, poniendo la cuenta a cero de los prómos cuatro años.
Veremos qué influencia tiene esta campana en el voto. De momento, tanto PP como PSPV parten de una base consolidada, que ahora mismo daría notoria ventaja a la candidatura Camps, y a alcaldables como la incombustible Rita Barberá, el emergente Alberto Fabra en Castellón, quizá no tanto al alicantino Luis Díaz Alperi. La Diputación de Valencia la mira de reojo, calculadora en mano, el socialista Rafael Rubio. Haría mal el PP relajándose porque, además, un triunfo anunciado puede provocar abstención en la parte no tan concienciada de su electorado, esencial si el recuento es mas ajustado de lo que se espera (véase Galicia).
Lo que si parece es que el efecto nacional va a tener en la CV una influencia neutra. El rédito de Zapatero en otros lugares a pesar de actuaciones cuestionables (Batasuna, De Juana, o recientemente CNMV), queda contrarrestado aquí por la percepción ciudadana del trato gubernamental en necesidades tan importantes como agua, AVE, infraestructuras o financiación sanitaria. Quizá por eso el Presidente del gobierno vendra pronto, pero poco. La precampaña ha mostrado un Pla algo ausente, y una Alborch evanescente, aunque mas entusiasta, seguramente porque se juega menos. Tienen, no obstante, difícil atraer, a la vez, al elector a su izquierda y al «centrista», lejos éste de las propuestas del Compromís
pel Pais Valenciá, con los que los socialistas están «condeuados» a pactar para gobernar, aunque intenten despistar: no al trasvase y al deseado AVE; moratoria ur- banística inmediata con el consiguiente coste socio-económico; cambio del Himno y Senyera; fin de los conciertos en sanidad o educación, a pesar de ser los centros preferidos por muchos padres, no solo populares”.
El PSPV no tendrá el voto útil antes «alquilado» al sec- tor nacionalista y esquerrá, que ante la perspectiva movilizadora de una coalición, va a volver a su denominación de origen. Y el PP perderá los restos d’Hont que dejaban estos grupos sin representación, aunque hará notar el crecimiento interno y la proyección exterior de la Comunidad, cuidando, además, el perfil identitario para evitar que los pequeños partidos valencianistas hagan demasiado daño. Son solo dos semanas.
Pero intensas. Y el Desafío Español clasificado. No se puede pedir más. No se cansen.
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